Bienvenido Espíritu Santo
Autor: Benny Hinn
Hechos 8: ÉL cambiará su discernimiento
¿Has conocido alguna vez un cristiano que no tenga tacto o sabiduría para tratar con los que no conocen al Señor? Yo sí. Dios se preocupa del momento indicado.
Cuando llegó el momento perfecto para testificar al etíope, "el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y jüntate a ese carro" (Hechos 8:29,30), y Felipe se apresuró.
Conocía tan bien la voz de Dios que cuando el Espíritu dijo: "Ahora", Felipe respondió al instante. No deseaba perder la oportunidad.
Pablo durante sus viajes no les testificaba a las personas hasta que estuvieran listas. En una ocasión, cuando estaba en una embarcación rumbo a Roma, se enfrascaron en una tormenta violenta. Si les hubiera testificado antes de la tempestad, quizás no hubieran prestado atención. Pablo tenía las palabras adecuadas y también la sensibilidad para discernir el momento oportuno. Les contó acerca de la visitación del "angel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: Pablo, no temas" (Hechos 27:23,24). Les dijo que Dios prometió proteger a todos los que se embarcaron con él.
No confíe en su juicio. Permita que el Espíritu Santo le dé discernimiento.
