domingo, 10 de febrero de 2013

REINAHRD BONNKE-SE BUSCAN EVANGELISTAS


EVANGELISMO CON FUEGO
Autor: Reinhard Bonnke

Hay miles de evangelistas en las iglesias ocupando cargos laicos, para los que Dios nunca los ha llamado. Es el momento de que el Cuerpo de Cristo se reafirme con arrojo. Aún en nuestros días, la preocupación mayor de Dios es la salvación de las almas, y al ascender a los cielos, Jesús estableció la labor evangélica dentro de la iglesia para juntos lograr este supremo objetivo (Efesios 4:8-16).

Sin embargo el pasado trae malos recuerdos, cuando Dios abría puertas, entonces algunos líderes cristianos sentían celos por cuidar su patrimonio como los mineros su comisión; de manera que con frecuencia, las rivalidades retrasaban el avivamiento. Mientras haya un fruto sin recoger y un obrero sin labor, habrá siega: Cristo murió para salvar a los perdidos.

Este no es un libro de medios y métodos, sino de principios espirituales. Dios te dará los recursos y el ingenio necesarios, y habrá tantos métodos como Él decida. Necesitamos experimentar acercamientos más creativos, más que conformarnos con los métodos ya establecidos. Los métodos que produjeron poco o ningún impacto en el pasado, no son proclives a dar resultado en la actualidad. El estudio mecánico de las Escrituras podría llamarse fe, pero en la evangelización es necesaria la efectividad, no una fe torcida.

Durante mis años de trabajo como evangelista y misionero, he descubierto varios factores que obstaculizan la labor del Evangelio. Y, aunque no los refiero directamente en este libro, sé, por experiencia propia, que muchos de los métodos tradicionales y aceptados de evangelización han permanecido intactos durante generaciones. Existen otras doctrinas que nos instan a dejarlo todo a Dios. Algunos insisten en que el  avivamiento es el camino de Dios, pero fallan en la manera de llevar a cabo la gran obra, en cambio otros piensan que si el mundo debe ser salvo, entonces serán salvos de cualquier manera.

Supongamos que  estas doctrinas están erradas. ¡Cuán grande es el riesgo que corremos al dejar el eterno destino de las almas a la controvertida interpretación de las Escrituras!. Por nuestra parte, no no atrevemos a ignorar la obra evangelizadora, pues prefiero emplear un método despreciado por los hombres, pero aprobado por Dios, que un método aprobado por los hombres, que no da frutos.

Ésta es la razón por al que hago apologías en este libro, pues no escribo para ser aprobado por los hombres; escribo para compartir la unción de Dios con todos los que estén listos para dar un paso de fe. Este libro va a elevar su temperatura espiritual, puede que para algunos sea conveniente asegurar sus casa contra incendios, porque les garantizo que muchos conceptos arcaicos pueden terminar en la hoguera.

Mi mensaje no es unilateral, son embargo mi corazón se nutre de un sentir único. Cada día es mayor mi ahinco por cumplir con la Gran Comisión, y clamo a Dios día y noche para ser más eficientes en ganar nuestra generación para Cristo, para lo cual, Evangelismo con fuego es la única solución factible.

Cada día escudriño el horizonte, en busca de nuevos hombres y mujeres que acepten el reto de llevar el mensaje del evangelio por un evangelismo basado en el poder del Espíritu Santo. Sin embargo, lo mejor, está aún por llegar, porque no está lejos el día en que el mundo cante himnos de alabanza a nuestro Dios,  ".....y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre".
(Filipenses 2:11).

Este libro contiene todas las enseñanzas que he recibido de Dios, y que me han servido de experiencia a través de los años. Con él me propongo alcanzar un objetivo: inspirar a otros a convertirse en evangelistas (2 Timoteo 4:5). En mi experiencia, me he trazado los principios necesarios para lograr un ministerio guiado por el Espíritu Santo: te invito a que los leas , no  para descubrir cómo procedo en mis cruzadas evangélicas, sino para descubrir cómo Dios procede con cualquiera dispuesto a seguir sus planes.