En Shanghái, la generación millenial encuentra apoyo en la iglesia y sentido para enfrentar los retos de la gran ciudad.
China tiene cada vez más gente joven. Hoy, grandes ciudades como Shanghái están repletas de millennials. 24 millones de personas viven en esta ciudad y tres cuartos de esta población tienen entre 20 y 33 años. Los chinos más jóvenes se mudan allí por varios motivos.
“Vine
a Shanghái hace unos años. Mis amigos decían que podría encontrar
mejores trabajos aquí. Deseo ganar más dinero para mi familia”, dice
Zhao Qiang, residente de Shanghái. Además de buscar empleo, los
millennials se están integrando a la comunidad cristiana. Para lidiar
con las presiones sociales, los jóvenes buscan grupos de apoyo y
espiritualidad.
UNA GENERACIÓN QUE BUSCA A DIOS
Un estudio encontró que el 62% de creyentes religiosos en China tienen entre 19 y 39 años. “Un
día mi amigo me invitó a la iglesia después del trabajo. Fue nuevo para
mí. Mientras escuchaba la música sentí una repentina paz, sentí algo
especial”, dice Li Gang, residente de Shanghai. Los líderes
cristianos en Shanghái se dieron cuenta que los jóvenes están asistiendo
a la iglesia en busca de un descanso y un espacio para expresarse
abiertamente.
“Vivir en la gran ciudad no es fácil para
ellos. Muchos jóvenes me dicen que enfrentan una carga todo el tiempo.
Algunos lloran y me piden ayuda”, comenta Kate Gu, de la Iglesia Internacional de Shanghai.
Los
líderes usan verdades bíblicas para ayudar a los jóvenes a lidiar con
la vida. Ellos comparten experiencias y hablan de la gracia de Dios.
“Entiendo
las preocupaciones de los solteros. Leí la historia de Rut y se los
expliqué. Quería que entendieran que yo también tuve esa lucha, pero
Dios es fiel”, indica Gu.
Con la ayuda de los líderes, algunos
jóvenes chinos asisten a los servicios fielmente. Aprenden a orar por sí
mismos y por su familia y dicen ya no sentirse vacíos por dentro.
“No veo la iglesia como un edificio, para mí es una familia”, dice una mujer.
Hoy,
Shanghái sigue siendo una de las ciudades más importantes en China.
Muchas iglesias piensan organizar más eventos para alcanzar generaciones
más jóvenes y creen que esta podría ser la única forma de acercar la
ciudad a Dios.
“Queremos usar todos los recursos para construir
un puente entre los jóvenes y nuestro Salvador. Ellos podrían hacer
cosas asombrosas para Jesús”, concluye Gu.
CRECIMIENTO
En
los últimos años el cristianismo ha crecido en China de forma
constante. Las congregaciones cristianas, en particular, se han
disparado desde que las iglesias comenzaron a reabrir cuando la muerte
de Mao en 1976 marcó el fin de la Revolución Cultural.
Menos de
cuatro décadas después, algunos creen que China está a punto de
convertirse no sólo la economía número uno del mundo, sino también en la
nación con un mayor número de cristianos. Algunos expertos calculan que
en el año 2030 el gigante asiático podría convertirse en el país con más cristianos de todo el mundo.
Esta
nueva expansión del cristianismo ha generado inquietud entre los
líderes políticos chinos, lo que ha llevado a que se efectúen polémicas
decisiones, como la retirada de cruces en la región de Zhanghou.
Autor: Protestante Digital