"Yo soy un gran ejemplo. La mayoría de la gente dice que, después del casamiento, a uno no le gusta el sexo (con su pareja). Eso no existe. Mi esposa es la mujer a quien amo, y valió la pena esperarla", afirmó el jugador de 26 años, en entrevista que publica hoy el diario brasileño Folha de Sao Paulo.Kaká, quien integra la iglesia pentecostal Renascer, admitió que su posición en favor de la castidad generó "cierto perjuicio" en la opinión pública, pero aseguró que sigue creyendo que esa es la mejor alternativa."Soy evangélico y crecí con esos valores. Digo que realmente hay que preservarse y tomarse con más seriedad el amor y el sexo. Cada uno tiene su opinión, está claro, pero creo que vale la pena esperar hasta el casamiento", insistió.El media punta reveló además que aún se conmueve por el nacimiento de su hijo Luca, hace cuatro meses: "No cambia mucho dentro de la cancha. Pero hoy soy responsable de un ser humano. Hay momentos que miro a Luca y siento cuán importante soy".Kaká confesó también que dedicó a su hijo el tanto que abrió la goleada por 4-0 sobre Venezuela, en un partido válido por las eliminatorias del Mundial de Fútbol de Sudáfrica jugado en San Cristóbal el domingo último, cuando se festejó en Brasil el "Día de los Niños".
Publicado por HernanZdC