La oración no es sólo palabras. Es nuestro espíritu de hacer contacto
directo con el Espíritu de Dios. La vida fluye constantemente de Dios
como la luz del sol. En la oración nos exponemos a sus rayos y tomamos
el sol en el calor del amor divino. Nos absorbe Su bondad. Penetra hasta
el núcleo de nuestra existencia. Es la vida desde arriba. Ora hoy. Dios
los bendiga. REINHARD BONNKE